Espíritu efervescente

Estaba pensando en cosas importantes, como casi siempre para mi pesar… Las cosas que son importantes para los otros y no lo son para mí. Mi nivel de alcoholemia por ejemplo. Creo que puedo sumar los vasos a lo largo de mi historia como los dedos de una mano y media. Dos vasos de piña colada, tres de bailys, dos o tres copas de sidra, media copa de champagne… Y por ahí voy parando de contar… Ahora digo, en un mundo donde todo gira alrededor del alcohol -entre algunas otras cosas – hasta recetado por médicos para enfermos del corazón me recordaron en un comentario el otro día, entonces yo no se en que lista entro.

En Londres la gente no maneja cuando sabe que va a tomar, o sea… no deberían manejar nunca. Digamos que manejan y cuando salen saben que hay uno que no puede tomar ni una gota. Hay una propaganda muy divertida que pasan en la televisión sobre este asunto. Nominar a un amigo, sería la traducción más o menos…

Si me paran un día a la noche con el auto me van a llevar presa de todos modos, por sospechosa. ¿A quien se le ocurre tener un resultado negativo? Está muy mal visto.

El otro día encontré en una placita -donde grupos de teenagers practican skate- una especie de calculómetro donde se puede calcular la graduación de alcohol de las bebidas e ir sumando. Se supone que antes de salir se mira el adminículo, se calculan cuantas copas se pueden tomar y listo...

En los cuestionarios médicos preguntan permanentemente el consumo de alcohol diario. Y les cuesta creerlo cuando uno pone cero, none, nada, no tomo, no quiero...

Recuerdo algunas embarazadas incluso que veían las de Caín calculando las gotas con un gotero de Buscapina con tal de no pasarse de su cuota diaria permitida.

Ahora, ¿usted bebe? insiste la enfermera…

- No... La cuestión es que no lo hago ni por ideología barata, ni porque me caiga mal.

A veces es mejor un buen vaso de alegría con mis propias burbujas efervescentes…
¡Salud!

Comments

  1. Yo tampoco tomo nada y me han llamado aburrida tantas veces que hasta me dio un poco de vergüenza...Igual prefiero no tomar. No me gusta,engorda muchísimo, me hece doler la cabeza y lo mejor de todo: me puedo acordar de lo que me divertí la noche anterior! (divertirse y no acordarse de nada me parece una pena, un contrasentido...)

    ReplyDelete
  2. Es como anestesiar las sensaciones, no permitirse disfrutar porque "disfrutar sin aturdirse" esta peor visto que emborracharse... O no?
    Silvia

    ReplyDelete

Post a Comment

Popular posts from this blog

Callados hablamos

Frío por dentro, fuego encendido

A la vera del camino