Hoy encontré el mundo en una esquina
Literalmente hablando. Estaba allí reinando entre un par de muebles viejos, una pantalla de velador desteñida y varias latas de galletitas vacías. Anoche hablaba con mi hija del movimiento de la tierra sobre su eje y alrededor del sol. Todas las noches me pregunta lo mismo: ¿para qué sirve la oscuridad? Entonces yo me desarmo en explicaciones, pero ayer, justamente ayer le decía que se lo podía explicar mejor con un globo terráqueo. Y allí estaba el mío, simplemente esperando a que yo lo levantara. Varios transeúntes pasaron antes que yo y a nadie se le ocurrió levantarlo.
Tal vez el mundo era demasiado poco para ellos.
O no veían lo que yo podía ver.
Eso me dejó pensando en que siempre hay algo feo que otros ven hermoso, en todo aspecto de la vida. Me gustan los objetos con historia, los que tuvieron dueños anteriores y aquellos abandonados a los que puedo darles una vida nueva.
A lo largo de mi historia en Londres encontré muchos de estos objetos que hasta hoy en día me siguen acompañando: un cáctus velador al que por alguna razón siempre le dijimos pinito, marcos de cuadros que reciclé, “Mingo” –un perro de peluche gigante casi nuevo que encontré mientras asomaba su hocico desde un tacho de basura seguramente recuerdo de algún noviazgo mal terminado, y otros tantos que ya son tan míos que ni recuerdo su orígen.
Es cierto que con la crisis ahora se encuentran menos cosas que hace algunos años. Pero para los que tenemos espíritu de recicladores siempre hay alguna oportunidad donde otros no la pueden ver.
No sé si creer en las casualidades. O simplemente pensar que hay un orden y un movimiento de las cosas que nos están buscando.
íQue emoción cuando se cumple el encuentro!
Porque este mundo es el mundo que me estaba esperando…
Hola Silvia! yo también soy de la tribu de los "recolectores" ¡me encantan las cosas de la calle! Un conocido se llevó una cómoda de la basura en Londres y decidió pintarla. Como uno de los cajones se trababa lo sacó para ver y encontró una bolsa plástica pegada con cintas adhesivas en el fondo. Había un montón de alhajas (no como las de la corona ,por supuesto) pero cadenitas de oro, aros, perlas...Era un artista plastico al que seguro le vino muy bien la venta para comprar telas y acrílicos y poder seguir su labor en este mundo. Beso
ReplyDeleteTengo: molduras de las viejas galerias Pacifico , varios marcos de cuadros (antes los tiraban!) y dos ruedas de cables telefonicos con las que ahora los modernos hacen mesas...
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