Escribiendo contra viento y marea
Hoy leí por ahí que escribimos para diferenciarnos de los otros y mostrar quienes verdaderamente somos.
Yo escribo para que no se me escape el tiempo porque siento que si no plasmo mis ideas, mis sueños, mis miedos y mis ideas en un papel (pantalla) pasarán de largo como fantasmas que no se animarán a volver a visitarme.
Cuando aprendí a escribir mis primeras palabras me equivocaba como todo el mundo. Una de las primeras fue mamá, pero yo quería escribir madre y tuve la feliz idea de copiar el logo de la marca Drean. Para quienes la conocen, la marca de electrodomésticos, se escribe (o escribía, tendría que chequear) en letra cursiva, y la “r” parecía una “n”. Razón por la cual cuando le dí la tarjeta del día de la madre a mi mamá que decía “Feliz día de la madne”.
No sé porqué me vino este recuerdo a la memoria, será también por esta cuestión del tiempo que se me escapa y la forma de escribir las cosas. Y porque a veces esta bien escribir equivocadamente para animarse a seguir escribiendo.
Personalmente creo que escribir es una buena terapia y que muchas veces escribir las cosas hace que se vean de otra forma, como transformarse en un espectador.
Quisiera atesorar todos los momentos que no quiero olvidar en pequeños trozos de papel durazno que duraran para siempre y no cambiaran de color con el paso de los años.
También quisiera reciclar las malas sensaciones transformandolas en pasajes a lugares remotos, darles alas de colores, enseñarles a volar para que se olviden de mí. Y no regresen jamás.
Yo escribo para que no se me escape el tiempo porque siento que si no plasmo mis ideas, mis sueños, mis miedos y mis ideas en un papel (pantalla) pasarán de largo como fantasmas que no se animarán a volver a visitarme.
Cuando aprendí a escribir mis primeras palabras me equivocaba como todo el mundo. Una de las primeras fue mamá, pero yo quería escribir madre y tuve la feliz idea de copiar el logo de la marca Drean. Para quienes la conocen, la marca de electrodomésticos, se escribe (o escribía, tendría que chequear) en letra cursiva, y la “r” parecía una “n”. Razón por la cual cuando le dí la tarjeta del día de la madre a mi mamá que decía “Feliz día de la madne”.
No sé porqué me vino este recuerdo a la memoria, será también por esta cuestión del tiempo que se me escapa y la forma de escribir las cosas. Y porque a veces esta bien escribir equivocadamente para animarse a seguir escribiendo.
Personalmente creo que escribir es una buena terapia y que muchas veces escribir las cosas hace que se vean de otra forma, como transformarse en un espectador.
Quisiera atesorar todos los momentos que no quiero olvidar en pequeños trozos de papel durazno que duraran para siempre y no cambiaran de color con el paso de los años.
También quisiera reciclar las malas sensaciones transformandolas en pasajes a lugares remotos, darles alas de colores, enseñarles a volar para que se olviden de mí. Y no regresen jamás.
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