Nunca tuve tanto frío en mi vida

Nunca tuve tanto frío en mi vida… Bueno, sí, una vez en Berlín hace muchos años hicieron 13 grados bajo cero pero no cuenta aunque se me haya congelado media cara mientras patinaba sobre hielo y aunque me haya agarrado una terrible pulmonía porque eran sólo tres semanas y sabía que en algún momento se terminarían…
Este frío es distinto porque ya no se cuando va a terminarse y creo que hasta comienza a instalarse en mis huesos… Tengo frío crónico.
El termómetro marca dos grados bajo cero, a veces un par menos, a veces un par más.
El sol se oculta casi en forma permanente. Ni hablar de la luna o de las estrellas.
Los viejos se mueren de hipotermia cuando salen a regar las plantas al jardín. O cuando intentan rescatar a sus perros que no tienen la mejor idea que meterse en los lagos helados para salir hechos estalactitas.
Los jóvenes quedan congelados en medio de la ruta mientras vuelven de bailar…

Nadie me dijo que así era el frío invierno. Nadie me dijo que la magia de la nieve se apagaba en pocos dias… Nadie me dijo todo lo que trae aparejado el clima para el ser humano. Tanto sea lo bueno, como lo malo.
No sabía lo difícil que era seguir con la rutina diaria, hacer como si nada pasara, forzarse a seguir produciendo lo que fuera para no perder el ritmo.
Y me pregunto si estará bien… Nos alejamos tanto de la naturaleza que nos comportamos como verdaderos robots queriendo ser de la misma forma durante todo el año, durante toda la vida…
Hay ciclos, hay tiempos. Los antiguos lo sabían y se adaptaban.

Hay tiempos para crear y mostrar. Existen otros tiempos para meterse adentro y explorar, para quererse un poco más de lo usual y mimarse con el calor que nos falta por fuera.
Pero esos tiempos internos están bastante mal vistos.

Hay que producir, hay que salir, hay que correr, generar, gastar, disfrazarse de las personas que no somos, guardarse el resfrío llenándonos la boca de paracetamol e ibuprofeno y sonreir, hay que mentir, hay que inventar reuniones que no existen, discursos, agendas, fiestas inolvidables, nomeolvides…
Hay que aparentar no sentir frío… no sentir, no sentir, no sentir… no.

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