Cruzando cadenas...

El juego de la vida y la muerte nos toca a todos. De lejos o de cerca, nadie escapa al cristal que invariablemente se rompe en algún momento de nuestras vidas. Y no sólo se rompe una vez, se vuelve a romper varias veces. Cicatriza y vuelve a doler.


Todo gira en torno a lo mismo.

Creemos que las mismas caras van a estar rodeándonos por siempre. Las ignoramos, no les decimos cuánto las valoramos, y cuando nos damos cuenta no están más.

Se fueron, desaparecieron, se murieron, ya no están.

Qué pena que todos cometamos los mismos errores, y no aprendamos de la experiencia.

Qué tristeza no poder decirle a muchos que parten sorpresivamente cuánto los queremos o qué orgullo nos dio contar con su amistad, con su amor, con su compañía, con su creatividad, con su intelecto, con su paciencia…



Aprender a decir y demostrar cuando todavía es posible, qué difícil tarea.

Si alguien tiene la receta me la puede enviar…
Gracias a aquellos que me supieron comprender.

Los llevo en mi corazón y las letras de mis canciones.

Hoy partió un músico amigo, Sebastián Monk.
Mi profundo respeto a su gran obra y a su paciencia con mis primeras canciones.
http://www.lanacion.com.ar/1432444-un-gran-musico-con-alma-de-nino





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